14 Feb Riesgos de usar los productos de limpieza inadecuadamente
Las empresas de limpieza de garajes en Madrid usamos gran variedad de productos químicos que pueden llegar a ser peligrosos para la salud si no se emplean de forma correcta. Hablamos de productos tóxicos, corrosivos, irritantes o inflamables. En las siguientes líneas, vamos a tratar el tema más en detalle.
En el curso de las tareas de limpieza, no se suelen usar estos productos en grandes cantidades. La realidad es que se utilizan en operaciones concretas y de duración limitada. No obstante, pueden surgir problemas. Por ejemplo:
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Contacto de piel u ojos: los efectos más frecuentes de los productos irritantes o corrosivos en este sentido son de tipo local y se manifiestan a corto plazo (irritación o quemaduras). También pueden producirse efectos a largo plazo como sensibilización, alergias o eczemas. Por descontado, hay productos que se usan de forma más común que pueden provocar estos efectos. Por ejemplo, lejía, salfumán, desengrasantes alcalinos a base de sosa o de amoníaco o limpiadores antical.
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Intoxicaciones agudas por inhalación: habitualmente se dan como resultado de accidentes como fugas o derrames de productos. También pueden deberse a eventuales reacciones al mezclar productos incompatibles entre sí. En Untelsa te advertimos de que estas situaciones son muy serias si llegan a darse en locales de pequeñas dimensiones y mal ventilados. Hay que tener mucho cuidado con los productos de limpieza que desprendan vapores o gases irritantes como el amoniaco, los disolventes y la lejía.
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Incendios o explosiones: pueden darse por causa de una manipulación indebida de productos inflamables o combustibles (alcoholes, acetona) cerca de llamas, chispas o puntos especialmente calientes. Unos de los productos de limpieza con más riesgo son los envasados en pulverizadores a presión (aerosoles o sprays) porque suelen contener butano u otros gases inflamables como impulsores.
Pautas de prevención
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Antes de usar un producto, leer la etiqueta.
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Mantenerlos siempre en sus envases originales.
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No pasar bajo ningún concepto productos químicos a envases de bebidas o alimentos.
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Establecer normas y procedimientos de trabajo nítidamente establecidos sobre la forma de actuar frente a incidentes como derrames o incendios.
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No usarlos en concentraciones o cantidades superiores a las indicadas.
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No mezclar distintos productos de limpieza.
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Si la ventilación no es suficiente, usar mascarilla.
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